La seguridad privada arde "por los cuatros costados"

viernes, 14 de septiembre de 2012


Hemos tenido un verano realmente calentito y que nos costará olvidar… y no solamente por los cientos de incendios que han arrasado nuestros montes: la seguridad privada arde por los cuatro costados, y además tiene toda la pinta de que estos incendios han sido intencionados y premeditados. El último pirómano ha actuado a principios de Septiembre de una forma inesperada y preocupante, y es que por este flanco no esperábamos novedades, por lo menos no a tan corto plazo: un escueto comunicado, de apenas 20 reglones, redactado de una forma inconcreta y confusa, como queriendo lanzar un “globo sonda”, nos informa de una reunión mantenida con fecha 03/09/2012 entre la dirección Nacional de la empresa EULEN Seguridad y una representación de CC.OO de ámbito estatal.

En ella se nos relata la preocupación empresarial por la situación en la que se encuentra el país y que, según EULEN, está afectando gravemente a la economía de la empresa. Hablan entre otros asuntos de los profundos cambios introducidos por la Reforma Laboral, los Decretos con los que viernes tras viernes nos machaca el gobierno, como las modificaciones a las ayudas a las contratación y, más recientemente la cotización a la seguridad social de parte de los pluses de vestuario y transporte…

Descrito este panorama, la empresa avisa “que intentará mantenerse en el Convenio Colectivo Estatal de empresas de Seguridad Privada” aunque dicen que no han podido repercutir la subida porcentual del nuevo convenio de seguridad a los diferentes clientes –ese mismo nuevo convenio que dejó ya reducida a la mitad, tras un acuerdo exprés, la subida que por Ley nos correspondía a los trabajadores en el anterior texto regulador– La reunión quedó rematada recogiendo el ruego de los empresarios al sindicato CC.OO para que, habida cuenta de las circunstancias, realizaran una reflexión sobre la situación actual y que fueran receptivos a las propuestas que vendrían en “próximas reuniones”. El sindicato finaliza la misiva agarrándose al más escrupuloso respecto al Convenio Colectivo Estatal de Empresas de Seguridad.

Un auténtico relato terrorífico y desmoralizador para los profesionales del sector, lleno de mensajes velados y segundas intenciones, habida cuenta de la empresa protagonista del mismo, que en la actualidad figura posicionada en la primera línea de APROSER con Carlos Blanco al frente de esta asociación y máximo responsable del Grupo EULEN. Todos podemos prever las consecuencias que tendrían para el gremio de la seguridad privada que una empresa de este calado tomara alguna decisión negativa sobre los salarios y las condiciones laborales de sus trabajadores.

Lo dicho un “verano horribilis” (Esabe, Falcon, Seguriber, Sequor, Securitas, Eulen…) con la seguridad privada ardiendo por los cuatro costados y con pirómanos apostados por doquier, avivando las llamas y asegurándose de que el solar, ese del que comemos todos, acabe siendo pasto de fuego. Y las cenizas de estos incendios todos las conocemos, se llaman flexibilidad, pérdida de poder adquisitivo, despidos, modificaciones de las condiciones de trabajo, es decir, precariedad y abaratamiento para un profesión que, ni en épocas de bonanza, se ha destacado por ser puntera en las unas buenas condiciones laborales.


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